[HABLAR DE MÁS]
- DAVID KÖEMMAN
- 2 may
- 2 Min. de lectura
🌿 El arte de callar a tiempo: Silencio, equilibrio emocional y comunicación consciente
En los senderos del budismo, del yoga y del Advaita Vedanta, el silencio no es una ausencia… es una presencia. Un espacio sagrado donde todo se ordena, donde el alma toma el timón y el ego se disuelve como sal en el agua.
Pero vivimos en una época donde el impulso de compartirlo todo —lo bueno, lo malo, lo eufórico y lo trágico— se ha convertido casi en una obligación emocional. Como si hablar mucho, publicar mucho, exponer nuestro "positivismo" o nuestras caídas fuera un acto de generosidad o autenticidad.
Y no siempre lo es.

🌓 Ni demasiado arriba, ni demasiado abajo
La práctica del yoga emocional (y aquí entra Goleman con su inteligencia emocional) nos recuerda que el equilibrio es más sabio que el entusiasmo desbordado, y más compasivo que la tristeza sin contención.
Autoregularse no es reprimir, sino reconocer:👉 “Estoy muy exaltado, mejor espero antes de hablar.”👉 “Estoy muy apagado, quizá no es el mejor momento para compartir.”
Esa pausa es la esencia del silencio meditativo. Es observarnos, sin juicio, antes de tomar la palabra.
🌬️ El peligro de invadir con palabras
A veces, al hablar de más, sin darnos cuenta, entramos en el espacio energético del otro. Con la excusa de "compartir buenas vibras" o "ser honestos", proyectamos nuestras emociones, como quien lanza piedras en el estanque ajeno.Y si el otro está en silencio, es por algo.
Una comunicación compasiva no es vomitar verdades. Es escuchar el silencio del otro.Y respetarlo.
🧘♂️ La escucha, según Vedanta
Advaita Vedanta nos enseña que la Verdad no necesita defensa. No necesita ruido. Solo requiere presencia.El sabio observa antes de hablar.Y cuando habla, lo hace como si ofreciera agua a un sediento. No por su necesidad de vaciar la jarra.
💬 Comunicación no violenta y asertividad
Daniel Goleman nos da cuatro anclas que, aplicadas con honestidad, transforman cualquier diálogo:
Autoconciencia emocional – saber cómo estamos antes de hablar.
Autocontrol – elegir no hablar si eso no aporta paz.
Empatía – intuir el estado emocional del otro.
Habilidad social – saber cuándo y cómo decir las cosas.
La comunicación asertiva no busca ganar, sino entender. No busca convencer, sino conectar.Y a veces, la mejor conexión se logra desde el silencio.
🌱 Conclusión
No todo tiene que ser contado. No toda emoción necesita ser compartida al instante. La madurez espiritual también es saber callar, saber esperar, y saber respetar el espacio del otro.
Cuando el corazón esté en calma, las palabras llegarán solas.Y si no llegan… tal vez no hacen falta.