top of page
Buscar

[LA VENTANITA DEL AMOR...]


En mi lista de Spotify se cuela una versión de Pájaro Sunrise y Yuri Méndez de un clásico de nuestros abuelos (para los que nacimos en los setenta, claro está): "Desde que me dejaste, la ventanita del amor se me cerró...". En los años treinta ya se le cantaba al duelo para que no se transformara en trauma. ¡Qué inteligencia emocional apodera al ser humano, esa fuerza autosanadora! Somos seres increíbles, tanto para lo bueno como para lo no tanto.


La americana, Marine, no ha conseguido convencerme con sus cantos de sirena, esa Fata Morgana que algunas creen infalible. Pero hoy soy roca, no sé si de hielo que, en un tiempo lejano o próximo, alguien podrá derretir. De momento sigo caminando, a pasitos, ya que cuando acelero veo que se intenta calar mi chasis.


Semana extraña, tufillo a navidades, buenas intenciones y algo agotado de un silencio que me impide o advierte que demasiada tranquilidad es preocupante. Me siento como si estuviera haciendo guardia en una de esas nocturnas bajo cero, en la garita, en tiempos de esa mili que en mi vida no existió.


Paso por aquí para escribir aunque sean unas líneas, a pesar del cansancio que produce este proceso de recuperación. Mañana será otro día, y eso ya es mucho.


******


[PSEUDO_POESÍA VIII]


Escribo la peor poesía,

absorta de orgullo,

energúmena de macetas,

fusiles de fogueo

y balas con culata.


Hombre de hojalata,

ojalá de hombre,

aburrimiento necrosado,

tus dedos en mi espalda.


[David Kóemman]©




 
 
bottom of page