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[PVTO IPÓCRITA...SIN "H"]




¿Felicitar la Navidad te parece hipócrita? ¡Quizás el Grinch no estaba tan lejos!

Hay gente que cuando escucha un “¡Feliz Navidad!” reacciona como si les hubieran ofrecido una ensalada en un asador o sidrería vasca: con ofensa, indignación y un toque de drama. “¿Feliz Navidad? ¿Con todo lo que pasa en el mundo? Hipócritas.”


A ver, amigo o amiga del espíritu anti-Navidad, respiremos juntos. Porque, siendo sinceros, no es que las palabras de otros sean hipócritas... tal vez hay algo en ti que salta como un resorte cada vez que alguien intenta lanzar un poquito de luz festiva en este caos llamado vida.


Primero, un poco de contexto:

Si te ofende un “Feliz Navidad”, es posible que en tu interior haya un archivo llamado “Heridas de Infancia.zip”. Quizás tus Navidades de niño no fueron lo que esperabas: el regalo que querías nunca llegó, la familia discutía como si fuera la final de un reality, o simplemente te sentiste más ignorado que los brotes de alfalfa en la mesa. Lo entiendo.


Pero, ¿es justo que esa experiencia rija cómo recibes la alegría de otros hoy?

Ahora, metáfora en 3, 2, 1:

Rechazar un “Feliz Navidad” porque te parece hipócrita es como estar en una isla desierta, recibir una botella con agua, y quejarte porque no es orgánica o en envase PET. Sí, el mundo está lleno de problemas, pero ¿por qué sabotear el esfuerzo de alguien que intenta, aunque sea torpemente, hacerte un poco más feliz?


Tips para abrazar el espíritu navideño (sin sacar pancartas de protesta):


1. Activa el “Modo Observador”:

Antes de soltar una réplica tipo “Oh, qué original, otro Feliz Navidad”, detente y pregúntate: ¿esto me ofende porque realmente es falso, o porque toca una fibra sensible dentro de mí? El juicio es como un espejo sucio: lo que ves en otros muchas veces es un reflejo de lo que no quieres ver en ti mismo.


2. Recuerda: la intención cuenta más que las palabras.

Cuando alguien dice “Feliz Navidad”, lo que realmente están diciendo es: “Oye, me importa lo suficiente como para dirigirme a ti.” No es una cátedra de ética navideña, es un pequeño gesto. A veces, la intención detrás de un mensaje vale más que su perfección.


3. Usa la técnica del “Reenfoque”.

¿Te cuesta creer en el espíritu festivo? Imagina que cada “Feliz Navidad” es como un emoticono en la vida real. Algunos te mandan un 😂, otros un🤬🫠, pero todos intentan decir algo bueno. Si los emojis no te ofenden, ¿por qué debería hacerlo una felicitación?


Bonus con metáfora culinaria recordando mi etapa de chef:

Aceptar una felicitación navideña es como probar un plato que no pediste en un restaurante. Puede que no sea tu favorito, pero oye, alguien lo cocinó con intención. Y si no te gusta, siempre puedes responder con un “gracias” en lugar de lanzar el plato por la ventana.


No me enrollo más...

Si alguien te desea una Feliz Navidad, no lo veas como un ataque personal. Tal vez, ese saludo es más para ellos que para ti: una forma de conectar, de compartir algo bueno, o simplemente de intentar navegar las aguas de diciembre sin hundirse. Recuerda, aceptar un poco de alegría no te hace hipócrita, te hace humano.


¿Y tú? ¿Eres de los que se pone el gorro de Papá Noel o de los que se sabe el VillanciKo del Chivi?


{David Köemman}©


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