[¿TELEPATÍA?,NO GRACIAS]
- DAVID KÖEMMAN
- 29 dic 2024
- 3 Min. de lectura

La Magia de Decir las Cosas: Cuando la Telepatía No Funciona
A veces me pregunto si todos llevamos un mago frustrado dentro, convencidos de que las personas a nuestro alrededor pueden leer nuestras mentes o era al revés, bueno da igual.. Es como si esperáramos que alguien mirara nuestra cara de disgusto y, mágicamente, entendiera que esa mueca significa: “Estoy molesto porque olvidaste mi cumpleaños”. Pero, sorpresa: la telepatía no es una asignatura obligatoria en el colegio.
Recuerdo un día, sentado frente a un amigo que parecía particularmente distante. Después de varios minutos de silencio incómodo, solté un tímido: “¿Todo bien?”. Me respondió con un escueto “Sí”. Pero su lenguaje corporal gritaba todo lo contrario. Finalmente, confesó: “Pensé que te habías enfadado conmigo por no contestar tu mensaje”. Me quedé perplejo. ¿Cuándo había dado yo esa impresión? Resulta que había interpretado mi silencio como un reproche.
Dos personas en el mismo barco, cada una navegando en una tormenta que la otra ni siquiera sabía que existía.
La Trampa de los Supuestos
La raíz de muchos malentendidos está en los supuestos.
Creemos que nuestra pareja sabe que ese "estoy bien" significa "estoy herido pero no quiero decirlo". O que nuestro jefe entenderá que estamos al borde del colapso simplemente porque suspiramos frente a la pantalla del ordenador. Spoiler: no lo saben. Nadie lo sabe. A menos que lo digas.
En el budismo, hay una enseñanza sobre "hablar desde el corazón". Significa expresar lo que sentimos con honestidad y claridad, pero sin causar daño. Y aquí entra un poco de estoicismo: Marco Aurelio decía que no debemos preocuparnos por lo que otros piensan, sino por comunicar nuestra verdad con integridad. Entre ambos enfoques, tenemos una hoja de ruta para salir de esta jungla de malentendidos.
Imagina que tus pensamientos son como una lámpara. Por muy brillante que sea, si la tapas con un trapo, nadie verá su luz. Hablar es quitar ese trapo, permitir que los demás vean lo que realmente pasa por tu mente. Pero, ¿cómo hacerlo sin convertirnos en una central nuclear de emociones descontroladas? Aquí es donde entra la práctica.
Permíteme un ejemplo metafórico.
Imagina que estás en un restaurante y el camarero te trae un plato que no pediste. Podrías:
Mirarlo fijamente, esperando que entienda que estás molesto.
Comerlo de mala gana mientras piensas: "Debería haber sabido lo que quería".
Decir amablemente: "Disculpa, creo que ha habido un error. Esto no es lo que pedí".
El tercer enfoque es el ganador. No solo evitas el conflicto, sino que también das al otro la oportunidad de corregir el error. Ahora bien, esta misma lógica se aplica a nuestras relaciones personales.
5 Tips para una Comunicación Clara
Habla desde tus emociones: En lugar de decir "nunca me escuchas", prueba con "me siento ignorado cuando no respondes". Hablar desde tu perspectiva elimina la sensación de ataque.
Sé claro y específico: Evita generalidades como "siempre haces lo mismo". Mejor di: "Cuando llegaste tarde ayer, me sentí frustrado porque estaba esperando para cenar contigo".
Escucha activamente: No interrumpas ni te apresures a responder. A veces, la otra persona solo necesita sentirse escuchada para empezar a entender.
Haz preguntas para aclarar: Si no estás seguro de lo que alguien quiere decir, pregúntale. Un simple "¿Puedes explicarlo un poco más?" puede evitar horas de malentendidos.
Elige el momento adecuado: No intentes hablar de temas delicados cuando ambos están cansados, molestos o distraídos. Busca un momento tranquilo y propicio.
Comunicarse no es solo hablar, es construir puentes entre corazones y mentes.
Si queremos que los demás entiendan nuestra verdad, debemos estar dispuestos a compartirla de manera abierta y compasiva. Así que la próxima vez que sientas que alguien no te comprende, pregúntate: "¿Le he dado las herramientas para hacerlo?".
Porque, al final, la magia no está en que los demás lean nuestra mente. La magia está en encontrar las palabras que les permitan ver nuestra alma.
{David Köemman}©
LA BANDA SONORA DEL POST DE HOY: