[VALIDACIÓN VS SIMPATÍA]

"La droga invisible: Validación y simpatía"

Desde que somos niños, buscamos una mirada que nos diga:"Estás bien.""Eres suficiente.""Te queremos así."

Ese hambre profunda, legítima en su origen, se convierte con el tiempo en una cadena invisible.Una soga fina que cualquiera puede jalar.

La validación es adictiva.Cuando alguien nos aprueba, nos sentimos existir.Cuando alguien nos rechaza, creemos desaparecer.

¿Ves la trampa?

El Budismo enseña:"Todo lo que depende de condiciones externas es sufrimiento." (dukkha)

Si necesitas que el otro te valide, ya no eres libre.Te vuelves un actor en el escenario de su mirada, olvidando tu verdadera naturaleza:vacía, luminosa, soberana.

La simpatía, su hermana gemela, tampoco es inocente.

Nos enseñaron que agradar es importante.Que caer bien es virtud.Que ser simpáticos abre puertas.

Y es verdad... hasta que se vuelve una máscara.Hasta que ya no sabes si sonríes porque quieres o porque temes ser excluido.

La simpatía forzada es otra forma de mendigar amor.Un trueque: "Te gusto, entonces valgo."

¿Cómo manipulan a través de estos principios?

Halago calculado:Te alaban para seducirte, para que bajes tus defensas.Cuando alguien sólo ve lo bueno en ti y nunca te confronta, pregunta para qué.

Miedo al rechazo:Te hacen temer ser juzgado, ridiculizado o expulsado.Así aceptas acuerdos que tu alma rechaza, sólo para no ser el "raro".

Falsa pertenencia:Te venden una comunidad, un grupo, un amor... pero a condición de que sigas las normas invisibles de agrado y obediencia.

Es la caricia como anzuelo.El elogio como prisión.El amor condicional como jaula de oro.

Desde el Dharma, la salida es clara pero exigente:

✔️ No mendigar validación.✔️ No temer el conflicto genuino.✔️ No hacer de la simpatía una prostitución emocional.

Valídate tú mismo. No porque eres perfecto, sino porque eres.

Acepta no gustar a todos. No porque seas malo, sino porque eres auténtico.

Deja que tu simpatía sea natural, no una estrategia de supervivencia. Y cuando ames, hazlo sin contratos invisibles.

El Buda enseñaba:"Así como el loto florece inmaculado sobre el barro, así el sabio se eleva sobre el halago y la crítica."

No te pierdas en el pantano de las opiniones ajenas. No te vendas por una sonrisa. No te mueras por un aplauso.

Tú ya eres. No necesitas ser aprobado. No necesitas ser aplaudido. No necesitas ser querido... para existir.

Cuando dejes de perseguir validación, la paz dejará de ser una meta y será tu estado natural.

Así lo entiendo...

"El hambre de validación te convierte en esclavo del aplauso."

"Ser simpático para agradar es vender tu alma al precio más bajo."

"Quien te halaga sin medida, te ata sin que lo veas."

"El verdadero respeto nace cuando ya no necesitas caer bien."

"La validación que buscas afuera es el eco de la aceptación que no has dado adentro."

"Libérate: no eres más digno porque te quieran, ni menos porque te ignoren."

{David Köemman}©